Crear un conjunto de invitaciones de boda puede ser un laberinto de protocolo y cartulina. Aquí tienes una guía divertida para navegar entre los papeles y lograr la felicidad matrimonial:
La reserva de la fecha
Eslogan: "¡Apúntate en tu calendario, o te lo perderás!". Esta es básicamente una invitación previa para advertir a tus amigos y familiares que no hagan otros planes o se enfrenten a la ira de una noviazilla o un noviozilla. Es como el tráiler de tu boda: "¡Próximamente, un día que no podrás evitar!".
La invitación formal
Lema: "¡Está pasando, te guste o no!". El punto fuerte de tu papelería: esta tarjeta es donde te pones elegante con las tipografías y te arriesgas a que tus invitados tengan que leer la letra cursiva con una lupa. Aquí, solicitarás formalmente su presencia porque, al parecer, decir "por favor, venga" es demasiado directo.
La tarjeta de respuesta
Lema: "¡Marca una casilla, no es ciencia espacial!". También conocida como la tarjeta RSVP, es una forma discreta de decir: "Dime si vienes o estoy gastando dinero en tu silla vacía". Esta tarjeta suele incluir opciones de comida como pollo, pescado o "Comeré antes de venir".
La tarjeta de detalles
Lema: "¡Porque de todas formas harás estas preguntas!" Aquí es donde se incluye toda la información que los invitados preguntarán, aunque esté claramente indicada. Indicaciones, información del estacionamiento y un recordatorio cortés de que es una fiesta para adultos, así que por favor, dejen a sus pequeños gritones en casa.
La tarjeta de alojamiento
Lema: "¡Duerme aquí, no allí!". Esta tarjeta es útil para visitantes de fuera o locales que podrían divertirse demasiado. Es un pequeño empujón para reservar una habitación en tu bloque de hotel con descuento y no en el motel de mala muerte de la esquina.
La tarjeta del sitio web de la boda
Eslogan: "Para quienes perdieron las tarjetas de arriba". Porque algunas personas pierden todas sus invitaciones y aun así quieren saber cuándo y dónde deben presentarse. La página web de la boda es su respaldo digital, con fotos vergonzosas de la infancia y la historia de "cómo nos conocimos" que todos ya conocen.
La tarjeta de agradecimiento
Eslogan: "¡Gracias por la licuadora!". Por último, pero no menos importante, la tarjeta que dice: "Agradecemos el regalo, aunque nunca lo usaremos". Es tu último guiño a la etiqueta, completando el círculo de la papelería de boda y, con suerte, terminando con el cariño mutuo.
Así que ahí lo tienen, el conjunto de invitaciones de boda decodificado con humor. Recuerden, entre recortes de papel y franqueo, el objetivo final es casarse y tener una historia que contar, idealmente una que no termine con: "Y luego envié la fecha equivocada en las invitaciones".